Con el aumento de la globalización y la complejidad de la cadena de suministro de alimentos, el riesgo de contaminación y adulteración de alimentos también ha aumentado.
El origen de la protección contra una contaminación intencional, se remonta a la década de 2000, cuando se produjeron varios incidentes de terrorismo alimentario en todo el mundo.
Estos incidentes incluyeron la contaminación de productos alimenticios con sustancias tóxicas, como el ácido sulfúrico y el mercurio, y el envenenamiento de alimentos en un supermercado en Japón. En Estados Unidos, como consecuencia de los eventos posteriores al 9-11, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos estableció los requisitos de seguridad para la industria alimentaria. En este momento comenzó a acuñarse, el concepto de “Food Defense”. Como resultado de estos incidentes, la FDA estableció un programa de Food Defense llamado “Protección de Alimentos y Defensa de la Cadena de Suministro” (Food Protection and Defense).
Este programa se centró en la identificación y evaluación de las vulnerabilidades en la cadena de suministro de alimentos, así como en la implementación de medidas de seguridad alimentaria para prevenir y mitigar cualquier amenaza. Estas actividades en contra de la salud del consumidor pueden incluir la contaminación intencional de alimentos, que para muchos no se considera como algo probable de suceder, sin embargo, el sabotaje de equipos o procesos de producción, es algo más real y que existe. Food Defense, se refiere a las medidas que se toman para proteger de una contaminación intencional a la cadena de suministro de alimentos, así como de las medidas internas de las áreas de proceso o manipulación para proteger a los alimentos de actividades maliciosas.
La implementación de un programa de Food Defense en la industria alimentaria puede tener varios beneficios.
En primer lugar, ayuda a garantizar la seguridad y la calidad de los productos alimenticios para los consumidores.
Al prevenir la contaminación intencional de alimentos, se reduce el riesgo de enfermedades y lesiones para los consumidores. En segundo, la implementación de un programa de Food Defense puede ayudar a mejorar la imagen de la empresa y aumentar la confianza de los consumidores en la marca.
Los consumidores están cada vez más preocupados por la seguridad alimentaria, y una empresa que demuestra su compromiso con la seguridad alimentaria puede ganar la lealtad de muchos consumidores.
Un tercer motivo, para la implementación de un programa de Food Defense es el de poder ayudar a las empresas a cumplir con los requisitos legales y reglamentarios.
Las normativas de la FDA y otras agencias reguladoras requieren que las empresas alimentarias tomen medidas para proteger la cadena de suministro de alimentos de posibles amenazas.
Es por esto que la implementación de un programa de Food Defense en la industria alimentaria es crucial para garantizar la seguridad y la calidad de los productos alimenticios para los consumidores.
Al prevenir la contaminación y adulteración intencional de alimentos, se reduce el riesgo de enfermedades y lesiones para los consumidores.
Además, puede mejorar la imagen de la empresa y aumentar la confianza de los consumidores en la marca, y como lo comentamos, ayudar a cumplir con los requisitos legales y reglamentarios.
Es por eso que tenemos un Taller para la implementación de un programa de Food Defense, si te interesa puedes ver más información en el enlace de abajo.
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